Al principio, un amigo estaba chateando conmigo en Instagram. ¡No pensé mucho en eso! Sentí curiosidad por invertir y comencé a jugar pequeñas cantidades de $10,000 y gané $2,000. ¡Retiré el dinero con éxito! Luego, su ambición creció y siguieron pidiéndome que invirtiera, pero me negué porque no tenía el dinero. Luego invirtieron $ 40,000 y dijeron que solo necesitaba invertir otros $ 10,000 para hacer un total de $ 50,000 y seguir su plan, que funcionaría. ¡La recompensa sería toda mía! Fui codicioso y seguí el consejo, invertí $10,000 y ¡funcionó! Sin embargo, dijeron que había bonos que podíamos ganar, y no hice muchas preguntas ni entendí las reglas, así que seguí la corriente. Desafortunadamente, tuve que depositar $ 60,000 antes de poder retirar el dinero, ¡y me sorprendió! Les dije y me sugirieron que tomara préstamos de alto interés, ¡diciendo que podía pagarlo en una semana! ¡Pensaron que era estúpido! Aunque creerlos demostraría que era estúpido, no sería tan estúpido como para pedir préstamos con intereses altos.